Hacia finales del año de 1922, en Puebla de los Ángeles ocurrió una serie de hechos inusitados que provocaron la expectación y el asombro de la población. Un hombre de otras tierras, Babe White, como se hacía llamar, de probable ascendencia irlandesa, días antes anunció lo que a todas luces parecían actos inverosímiles: ascender, o, más bien, escalar, consecutivamente, durante catorce días, desde su base, una de las torres imponentes de la Catedral, 69.36 metros de altura, 82 varas, equipado únicamente con las herramientas que constituían sus propias extremidades.
Esta peculiar historia se inició el 18 de marzo de 1922, cuando el Periódico Diario de la Capital de la República, “El Demócrata”, anunciaba la llegada de Babe White y Blanche Douglas al Hotel St. Francis, procedentes de Nueva York. Aquella fecha marcó el inicio de lo que bien podríamos llamar su gran aventura mexicana. Los sucesos se produjeron en varias de las más importantes capitales de nuestro País. Escaló, en la Ciudad de México, la Catedral Metropolitana, los Edificios de Correos y del YMCA, el Hotel Regis y el interior del Teatro Virginia Fábregas. En Jalisco, la Iglesia de Zapopan, y, en Guadalajara, el Famoso 33. En Monterrey, la Catedral y la Torre del Edificio de la Cervecería Cuauhtémoc.
Por fortuna, Guillermo Robles Callejo estaba ahí, en Puebla, presente, atento, expectante, preparado con su cámara Ica- Polyscop, alemana, estereoscópica. Revivimos esos días a través de la ventana que significa ese trabajo pionero del foto-reportaje documental, un género que años más tarde alcanzaría un notable desarrollo en nuestro País. El revuelo, la expectación y el asombro: lo que fueron y lo que representaron, para la población, actos tan sorprendentes
y fugaces.
Exhibimos un total de 28 imágenes inéditas, elaboradas a partir de los negativos originales, estereoscópicos, de nitrocelulosa (4.2 x 4.1 cm.). Una narración secuencial, en impresiones Giclée, de amplio formato (50.4 x 49.2 cm.) sobre papel de algodón, Hahnemühle Photo Rag, Calidad Museo.
Las fotografías se encuentran montadas en soportes primarios, de 75 x 75 cm., constituidos por cartulinas importadas, 100% algodón, libres de ácido y lignina, de cuatro capas, con una ventana realizada con cortes a 45º. Los soportes secundarios están conformados por cartulinas libres de ácido y lignina, de 75 x 75 cm. Los marcos son de aluminio, 75 x 75 cm., importados, marca Nielsen, modelo 117.
Un total de 28 cédulas y 2 carteles que presentan el relato preciso, textual, que narra tan asombrosos sucesos, apoyados en la investigación hemerográfica y en el entorno existencial de este fragmento temporal ocurrido en nuestra República. La narración escrita fue elaborada magistralmente por periodistas de la época.
Tres grabaciones de fragmentos textuales, crónicas periodísticas de la época.
Tres fragmentos de películas originales relacionadas con esta temática, que han sido reproducidos en video para ser presentados en la Sala de la Exposición.
Fue llevada a cabo integralmente por la Fototeca Antica, A.C.
Fue presentada, recientemente, en las Salas de la Galería de Arte del Palacio, en la ciudad de Puebla de los Ángeles, donde fue apreciada por un total de 44,700 personas en un lapso de 46 días hábiles. Y, en meses pasados, fue exhibida en las Salas de la Sede de la Fonoteca Nacional, en la Ciudad de México, acompañada de una pieza sonora cuadrafónica que recrea los sonidos y los personajes de la época.